En una organización en la que la mayoría de trabajadores trabajan en una oficina propia, recomendaremos un sistema de servidores privados locales ya que son más económicos y tendremos los datos en la propiedad. Cabe destacar que en este caso será necesario invertir en un plan de mantenimiento y ciberseguridad al día. Por el contrario, en empresas muy deslocalizadas apostaremos por un sistema de servidores en la nube ya que será más práctico el acceso, más rápido, y quizás no tenemos una sede central habilitada. Si apostamos por esta opción, asumiremos que tendremos un coste alto de pago por uso al que nunca podremos renunciar expuesto a la especulación de precios de mercado y los datos estarán alojados fuera de nuestra organización de confianza.